Las primeras formas de comercio entre los hombres consistieron justamente en el intercambio de productos mano a mano: lo que uno tenía y no necesitaba, se cambiaba por lo que el otro tenía y no necesitaba. Esa forma de intercambio se denomina trueque.

El trueque se mantuvo por mucho tiempo, aun en sociedades sedentarias: un jarrón de vino por una bolsita de trigo, pieles de abrigo por un arma de caza, lana de oveja por pescados.

Retomemos esta ancestral forma de conseguir lo que necesitamos participando en la Red Trueque de Rociana.

Te esperamos.

Proximamente se va a poner en marcha un mercadillo de intercambios en Rociana del Condado. Durante el mercadillo se podrá intercambiar objetos y/o servicios. Se hará público en el momento que se haya fijado una fecha para el evento.

Entre tanto, todas las personas que lo deseen pueden apuntarse a la red Trueque, bien descargando el documento "Ficha de Socio" adjunta en este blog o bien pasándose por los Servicios Sociales Municipales (antígua Cámara Agraria).

¡Os esperamos!

TICKET TRUEQUE

Ya están disponibles los tickets de los intercambios para aquellos/as que se inscriban en la red, solo hay que registrarse usando la ficha de socio/a que se puede descargar desde este mismo blog. Una vez rellena la ficha se deberá entregar en la Cámara Agraria o bién enviar por mail a la dirección truequerociana@yahoo.es.

¡Participa que no cuesta nada!

Un cuento interesante

Enzo, un rico comerciante de Puerto Ayacucho, visita a las comunidades indígenas del alto Orinoco y se horroriza cuando ve a Orawë, indígena yanomami tumbado tranquilamente en su chinchorro mascando tabaco.

- ¿Porqué no sales a pescar? – le pregunta Enzo.
- Porque ya he pescado bastante hoy – le contesta Orawë.
- ¿Y porqué no pescas más de lo que necesitas? – insiste el comerciante.
- ¿Y qué iba a hacer con ello? – pregunta a su vez el indio.
- Ganarías más dinero. De ese modo podrías poner un motor fueraborda en tu canoa. Entonces podrías llegar lejos en el río y pescar más peces. Y así ganarías lo suficiente para comprar una red de nylon, con lo que obtendrías más pescado y más dinero. Pronto ganarías para tener dos canoas y hasta dos motores y más rápidos…Entonces serías rico como yo.
- ¿Y qué haría entonces? – preguntó de nuevo el indígena.
- Podrías sentarte y disfrutar de la vida – respondió el comerciante.
- ¿Y qué crees que estoy haciendo en este momento?
(Tony de Mello)